Los nervios
El estado de nerviosismo también conocido como nervios se caracteriza por un estado de excitación en el que pueden interferir distintos estados anímicos característicos de trastornos psicológicos temporales o permanentes como la ansiedad, el estrés o incluso la depresión.
La persona que padece nervios se encuentra en un constante estado de agitación mental o física que presenta una sintomatología muy característica, como sudoración, taquicardias, sequedad en la boca, falta de apetito ( o aumento de él), irritabilidad etc.
Todas las personas no manifiestan el mismo compilado de síntomas ni con la misma intensidad, pues ello depende en gran medida del suceso o desencadenante que haya producido el estado de nerviosismo, que puede presentarse de manera aislada o como un estado anímico permanente.
Causas y tratamientos del nerviosismo
Estrés, como mencionábamos anteriormente el estrés promovido por situaciones límites, conflictivas o que supongan un desgate para la persona que puede ser físico o intelectual, es capaz de inducir un estado de nerviosismo a corto o largo plazo, todo dependerá de la resistencia del sujeto a la fatiga y de lo estresante que le resulte la situación.
El nerviosismo que deriva de situaciones como esta, puede remitir espontáneamente cuando se modifican los factores desencadenantes o puede prolongarse en el tiempo como resultado de alternaciones en el estado anímico que pueden requerir o no tratamiento en función de la severidad de las reacciones.
Los tratamientos convencionales para el nerviosismo suelen incluir tranquilizantes y ansiolíticos prescritos bajo supervisión médica. En algunos casos puede requerirse también asistencia especialista complementaria para restaurar el equilibro emocional.
Las pruebas, retos y desafíos también se plantean a menudo como una de las principales causas que pueden inducir el estado de nerviosismo en una persona en situaciones cotidianas como presentarse a un examen, sacarse el carné de conducir, hacer un viaje etc.
Estas situaciones o hechos puntuales se caracterizan por presentar un desafío para la persona que los afronta e implican un riesgo vinculado a la superación de los mismos ( por ejemplo, aprobado o suspenso). En otras ocasiones las expectativas que conllevan tales situaciones son el verdadero motivo desencadenante de los nervios, como puede pasar durante la planificación de un viaje o la concertación de una cita.
El nerviosismo en tales casos es completamente normal y lo experimentan todo tipo de personas en algún momento de sus vidas sin que ello suponga ningún problema, pues se extiende únicamente a la durabilidad del acontecimiento retornando al estado normal tras su finalización.
La inseguridad es otro factor clave entre los desencadenantes habituales de los estados nerviosos y suelen presentarse con más asiduidad en personas con baja autoestima que ponen en duda sus capacidades a la hora de hacer algo o abordar determinada situación.
Algunos excitantes como el té o el café pueden provocar nerviosismo en personas sensibles a sus componentes sin que exista ningún motivo para ello y se soluciona reduciendo la ingesta de estos productos o suprimiéndolos en su totalidad según el caso.
El recuerdo de algunas situaciones traumáticas o estresantes también pueden interferir en la aparición de síntomas, pues al enfrentarse de nuevo a los hechos o acontecimientos que desencadenaron esa situación, los sentimientos negativos asociados a ella pueden propiciar de nuevo el mismo estado.
No dormir adecuadamente o no hacerlo en las franjas de tiempo dedicadas para ello puede contribuir a incrementar el estado de nerviosismo de una persona y dificultar sus tareas cotidianas.
Remedios caseros para los nervios
Existen diversos tipos de remedios caseros para los nervios y estos pueden llegar a ayudar a controlarlos y sentirnos más tranquilos. Espero que algunos de estos remedios caseros puedan serte útiles.
1. Té de manzanilla
La infusión o té de manzanilla, es uno de los más remedios más populares para los nervios, debido a que las propiedades de la manzanilla, causan una relajación en nuestro organismo y por lo mismo, se reduce el riesgo de que este problema se haga mayor. Se recomienda tomar una taza de té de manzanilla antes de irse a dormir, tampoco se recomienda que este se ingiera en exceso.
2. Infusión de tila
El té de tila es otra de las infusiones recomendadas para las personas que padecen problemas nerviosos. Este tipo de infusión provoca una relajación en nuestro cuerpo, incluso cuando las personas tienen problema de ansiedad por el nerviosismo, la tila puede llegar a calmarlo.
3. La infusión de valeriana
Esta vez nos hemos dado a la tarea de enfocarnos a base de infusiones debido a que son más naturales. La valeriana es un relajante por naturaleza y por lo mismo, es recomendado para este tipo de problemas. Muchas personas suelen ingerirla cuando tienen ataques severos de nervios.
4. Lechuga
Tomar todos los días ensalada de hojas de lechuga nos ayudará a tranquilizar los nervios y dormir mejor. La lechuga contiene sustancias naturales de acción sedante y somnífera.
5. Pasiflora o pasionaria
Las hojas de esta planta contienen un sedante natural que combate los síntomas de nervios suaves. Para su preparación, colocar agua en una recipiente y cuando comience a hervir, agregar algunas hojas de pasionaria. Dejar hervir unos 5 a 10 minutos. Retirar del fuego y dejar reposar. Se puede endulzar con miel o azúcar.
Recomendaciones y consejos para el tratamiento de los nervios
1. Practicar alguna actividad relajante como el Yoga o el Pilates puede ayudar a mitigar los síntomas derivados del estado de nerviosismo.
2. La autoconfianza es importante en situaciones que produzcan nerviosismo por la falta de ella, como por ejemplo al tener que hablar en público y en estos casos, también puede resultar de ayuda realizar algún ensayo previo para aliviar tensiones en el momento de realizar la actividad.
3. Evitar bebidas excitantes especialmente por la noche y procurar descansar adecuadamente antes de los acontecimientos importantes, reducirá exponencialmente las posibilidades de que aparezca el nerviosismo.
4. Visualizar la actividad antes de llevarla a cabo es otro consejo que ofrecen los psicoterapeutas para aliviar la tensión antes de un determinado acontecimiento, con el objetivo de fomentar las sensaciones positivas y disipar las emociones que generan el nerviosismo.
5. Buscar asistencia profesional en los casos en que el nerviosismo no se ajuste a las situaciones anteriormente descritas o se extienda de forma prolongada en el tiempo sin causa aparente para desechar otras posibilidades que pudieran estar afectando al estado anímico.
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